Pensar en viajar sola y conocer lugares y gente nueva, es de las cosas que me motiva a emprender la aventura. Seguramente no es el mismo motivo que elegimos todos, pero fuera de cual fuese, hay aspectos como dónde alojarnos que si o si todos necesitamos tener en cuenta.
Ahora bien, en algún punto siempre está relacionado a nuestro objetivo de viaje, nuestra forma de elegir el que queremos hacer a donde vayamos. Y eso fue lo que me llevó a conocer el Couchsurfing.
Quizá ya lo conozcas o lo hayas oído nombrar, pero sino, te cuento que viajar de esta forma requiere sobre todo una conciencia y un compromiso con el hecho de que vas a convivir con personas que al principio no conoces y que te comparten su espacio, su casa y quizá hasta sus tradiciones.
¿Que es hacer Couchsurfing?
El couchsurfing, es una manera de conectarse entre viajeros y con personas de cualquier parte del mundo, permitiendo encontrar un lugar donde quedarte por cierta cantidad de tiempo, o de compartir tu casa para alojar a otros viajeros.
Hacer couchsurfing no es la búsqueda de un alojamiento gratis. Es la experiencia de vivir con personas de diferentes lugares, a las que les gusta viajar y a quienes les gusta compartir sus tradiciones y lugares donde viven.
Pero además, hablar de hacer esto, también te lleva a conocer a más personas que lo hacen, ya que no solo es la presentación de quienes hospedan o buscan alojamiento, sino que se comparten y se crean comunidades en eventos locales. Por lo que tu estancia va más allá de conectarte con quienes te alojan.
Mi primera experiencia, por ejemplo, fue en una ciudad cercana a donde yo vivo. Me fui de viaje sola, buscando salir de la rutina y usé esta plataforma, por recomendación de una amiga.
Como siempre, primero con miedo a lo desconocido: Que era eso de quedarme en casa ajena? con alguien que no conozco, y sumando los miedos que una como mujer suele tener por implicancia social.
Pero dije, vamos a probar.
Y así fue como viajé a Bariloche y gracias a la plataforma me contacte con un couch (así le dicen a quienes alojan) de allá quién me recibió en su casa, con la confianza que eso implica para dejarme la llave y que yo pudiera moverme como quisiera.
Realmente fue sorprendente e inesperado.
¿Como alguien deposita tanta confianza en mí que ni me conocía?
¿Por qué animarse?
Justamente es por ello que uno previamente, tiene que armarse de un buen perfil en la página. Con mucha descripción de quién es, porque viaja y que puede brindar a quienes van a compartir su casa. Pero no hablamos de brindar de una forma económica o materia, sino de una forma de intercambio de conocimientos, cultural, idiomática.
Porque hacer couchsurfing es eso, está en el intercambio entre viajeros. Para ayudarnos a seguir creciendo entre nosotros y a continuar con nuestros viajes más cargados de experiencias de las que teníamos antes de hacerlo.
Y ahí entra en esos miedos que varios tienen de sí viajar o no solo. Pues hacer esto también te lleva a conocer mas gente para no estar solo o sin saber a donde ir, en los lugares que visitas.
Allá en Bariloche, por ejemplo, conocí un montón de gente más en una reunión que se hacía de couchsurfing, para todos aquellos que alojan o están de paso por la ciudad, y que me permitió conectar un montón de gente y coordinar para salir a hacer caminatas y excursiones con varios de ellos.
Realmente esta experiencia es sensacional.
Y tanto me motivó, que al volver a mi ciudad busqué más gente que hacía lo mismo y comenzamos a hacer más reuniones locales, para conocernos e intercambiar experiencias y consejos de viaje.
Si eres viajero, tiempo completo o por tiempo limitado, no importa. Hacer y vivir esta experiencia de quedarte con gente local te permite crecer un montón y conocer de igual forma muchisima gente.
Hazlo! Animate!!
Y si ya lo hiciste compartime tu experiencia.